1 de diciembre de 2008

Hitler y la aviación


Ahora que se va a cerrar el histórico aeropuerto de Berlín Tempelhof, orgullo de Hitler, es buen momento para hablar de Hitler y la aviación. Desde el principio Hitler dio mucha importancia a la aviación, no solo como objetivo militar, sino también como civil. Él mismo, antes de la subida al poder, utilizó el avión para poder viajar de forma rápida y eficaz. Eso le permitió poder dar mitines en ciudades diferentes en el mismo día. En ese sentido Hitler también fue un pionero porque en aquella época muy poca gente se atrevía a viajar en avión. Antes de la subida al poder alquiló para sí mismo y para sus íntimos un avión. Esos vuelos le dieron una omnipresencia por Alemania increíble. De hecho, un lema utilizado por aquella época fue "Hitler sobre Alemania". Ese efecto, como muchos otros utilizados por los nazis, fue espectacular. Años después la cineasta Leni Riefensthal comenzó su mítico "El Triunfo de la Voluntad" con un avión en donde viajaba Hitler y descendía hacia las masas enfervorizadas. Fue no solo un efecto cinematográfico nuevo, también fue un efecto psicológico sobre las masas.
A lo largo de su vida Hitler tuvo vuelos difíciles, con aterrizajes forzosos. Pero ello nunca le restó valor para seguir viajando en avión.

- Subsiste siempre un elemento de peligro en el vuelo. Se depende únicamente de un hombre. Basta que éste falle en algo para que todo se acabe, manifestó Hitler.

- En otra época yo volaba con cualquier tiempo. Hoy tengo la preocupación de que me pase algo. Cuando la situación se normalice, no afinaré tanto.

Su piloto fue Han Baur. Hitler confiaba mucho en él y le tenía en gran estima. En dos ocasiones tuvieron que aterrizar con niebla y no sabían si se iban a chocar contra algo. Sin embargo Baur siempre le sacaba al Führer intacto en semejantes situaciones. En otro descenso de emergencia estuvieron a punto de impactar contra un rebaño de ovejas. Aterrizajes forzosos debido a tormentas tuvieron muchos.

En ocasiones Hitler llamaba a su piloto en el último momento para viajar a alguna ciudad. Sin embargo no estaban equipados para volar de noche hacia Múnich. Hitler recordaba que cuando llegó sentía vértigo y creyó desvanecerse. Recordaba hablar en un mitin incluso a las 3 de la madrugada. A veces se acostaba a las 5 de la mañana y a las 8 ya estaba en el campo de aviación de nuevo.

Cuando comenzó la guerra Baur tuvo que estar a disposición de Hitler en todo momento. Estuvo con Hitler hasta el final. Hitler solía hablar del futuro de la aviación civil y le gustaba imaginar a grandes aviones trasladando a los ciudadanos de un lugar a otro, como se hace hoy en día.

2 comentarios:

  1. Muy emotivos los artículos que he alcanzado a leer hoy. Gracias por compartir esta alternativa histórica con todos. Saludos! Thule.

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  2. Muy interesante Nacho! Tenía valor para subir a estos aviones... :) a diferencia de otros altos mandos nazis que se negaban a subir en ellos. Si no... que se lo digan al legendario “Zorro del Desierto” :P al que no le gustaba volar, y eso que Hitler insistía en el desplazamiento aéreo. Pero con algunos, no hubo manera... ;)

    Saludos!;)

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